El crumble es un postre con una base de fruta recubierto de una mezcla de harina, azúcar y mantequilla. Esto sería la receta base, porque luego ya podemos jugar con la imaginación aromatizando esa fruta que usemos como base o añadiendo frutos secos, por ejemplo, a la cobertura.
Es un postre de origen británico, muy típico de esta época del año, cuando las lluvias y el frío lo invaden todo, hasta tus propios huesos.
Es por eso que, aunque puede perfectamente tomarse frío, como más se va a apreciar es tomado bien caliente, recién salido del horno.
Hay muchas historias acerca de su origen, como no podía ser menos, aunque yo me inclino más por pensar que salió como consecuencia del ingenio de la gente ante el hambre en época de las grandes guerras del siglo pasado.
La fruta que podemos usar en su base es muy variada, pero si empleamos fruta que suelte mucha agua, como por ejemplo la pera, entonces es buena idea calentar aparte primero la cobertura de nuestro crumble, ya que, al mojarse por contacto con la pera nos quedaría muy blanda, mientras que si le damos un horneado previo ya nos quedará más crujiente.
Luego, tras ese horneado, la depositaremos igualmente por encima de la fruta.
A mí algo que me parece importante en esta preparación es buscar un equilibrio entre la base de fruta y la cobertura en cuanto a su tamaño.
La cobertura debe cubrir la fruta, pero tampoco debemos hacer una montaña que luego apenas nos deje apreciar la fruta que tenemos debajo.
Y tampoco al revés: mucha fruta para una cobertura minúscula no nos va a dar la sensación de crujiente que necesitamos en el crumble.
Las cantidades que yo empleo las debéis tomar como orientativas. Yo estoy empleando moldes de barro individuales de 11-12 cm. pero si vuestros moldes son diferentes, o si queréis hacerlo en un molde único tipo tarta ya debéis varias las mismas.
Crumble de manzana con canela
Tipo de receta: Horneado
Tiempo empleado:
- Preparación: 10 minutos
- Horneado: 40 minutos
- Tiempo total: 50 minutos
Porciones: 2
Información nutricional por cada porción:
- Calorías: 672
- Grasas: 38,1 g
- Carbohidratos: 95,5 g
- Proteína: 13,8 g
INGREDIENTES:
- 1 manzana (250 g.) más una mitad
- 1 cucharada de postre de canela en polvo
- 90 g. de harina de repostería
- 80 g. de azúcar
- 80 g. de almendra en polvo
- 80 g. de mantequilla
- 1 cucharada de azúcar avainillado
- 1 pizca de sal
PASOS:
- Encendemos el horno a 200º C si no tiene aire y a 180º C si lo tiene.
- Echamos en un bol 90 g. de harina, y 80 g. de azúcar, almendra en polvo y una cucharada de azúcar avainillado.
- También 80 g. de mantequilla bien fría en dados.
- Mezclamos bien.
- Enmantecamos dos moldes de 11-12 cm. de diámetro.
- Pelamos dos manzanas.
- Las picamos, o las laminamos
- Las aromatizamos con canela y cubrimos el fondo de los moldes.
- Cubrimos las manzanas con la mezcla de harina, azúcar y almendra.
- Llevamos al horno por unos 40 minutos o hasta que se dore.
Vamos allá con el paso a paso fotográfico:
Mientras encendemos el horno a 200º C si no tiene aire y a 180º C si lo tiene, tamizamos 90 g. de harina de repostería en un bol.
Añadimos 80 g. de azúcar normal blanco.
También 80 g. de almendra molida.
Una cucharada de azúcar avainillado.
Troceamos en dados 80 g. de mantequilla bien fría que añadimos en el último momento y trabajamos rápido: el calor la ablandará y no nos ayudaría a formas los grumos que buscamos
Ahora voy a poner la secuencia de imágenes de mezcla de ingredientes:
El caso es que al final nos debe quedar todo como granulado, como si rompiésemos galletas, o como migas de pan.
Bien, vamos ahora con la manzana. Yo pondré aquí dos posibilidades, también en galería de secuencia de imágenes.
Bien, una vez descorazonada la manzana la pelamos.
La cortamos en dos mitades y la laminamos no muy gruesa.
Aquí podéis apreciar el grosor.
Mientras se va calentando el horno es una buena idea colocar los moldes encima con la mantequilla que les vamos a aplicar, para que se vaya ablandando y se esparza mejor. Este truco es válido para cualquier preparación que lleve un molde, metálico o no, que haya que enmantecar.
Sobre los moldes enmantecados vamos colocando las láminas de manzana cubriendo el fondo.
Nos debe quedar bien cubierto el fondo. Un opción es rociar la manzana con limón para que no se nos oxide y no se vuelva oscura, pero si andamos al tema, sin distraernos, no nos hará falta.
Y luego ya vamos esparciendo la cobertura del crumble por encima.
La otra opción pasa por picar la manzana en vez de la minarla. En este caso manzanas Golden.
Mondándolas con un pelador específico, como los de zanahorias, aprovecharemos mucho mejor la fruta.
Ya veis que el grosor de la monda es mínimo.
Una vez mondada le cortamos los extremos.
Y, con la punta del cuchillo, las descorazonamos. Esto sí que es arrancarle el corazón a alguien o algo….
Ya veis como nos queda.
Para picarla le damos un primer corte horizontal, colocándola sobre la base.
Le pegamos unos cortes a lo largo, no muy gruesos.
Y otros cortes transversales. Ya nos queda todo picado. Si os parece que queda demasiado grueso, también se le puede dar otro repaso con el cuchillo.
Ahora es buena idea colocar esa mitad de la manzana en un molde aparte e igual, o en los que vayamos a usar pero antes de enmantecar. Es para saber la cantidad de manzana que necesitaremos. Colocándola bien junta se puede ver que una media manzana no me llega para cada molde, de tal forma que picaré manzana y media entonces. También dejo un poco hasta el borde para cubrir con la cobertura.
La totalidad de la manzana picada la colocamos en un bol pequeño y esparcimos por encima como una cucharada de postre de canela.
LO vamos mezclando todo bien, aprovechando la humedad de la manzana para atraer la canela.
La cantidad a emplear de canela es un poco al gusto de cada uno, pero yo creo que no conviene pasarse. Así me queda a mí.
La vamos depositando en los dos cuencos.
Tras asentarla bien, echamos por encima nuestra mezcla de harina, azúcar, almendra molida y mantequilla.
Ya nos queda todo cubierto. Tenéis que pensar que, por llevar mantequilla, el volumen final se verá algo reducido, como más compacto. Lo llevamos a horno precalentado a 200º C si no tiene aire y a 180º C si lo tiene por unos 40 minutos, o hasta que veamos que se dora la superficie.
Lo sacamos con cuidado y ya lo tenemos listo para comer.
Bueno, pues no sé si conocíais este postre, yo desde luego no, y me está sorprendiendo, la verdad.
Se prepara muy fácil, sin grandes aparatos en la cocina, y manchando lo mínimo.
Buen provecho internautas, nos vemos en la próxima 😉
Recetas Bellas 
Voy a hacerlo la próxima semana sin falta! Tiene que estar una delicia.
Me gustaMe gusta
!Perfecto!, ya contarás como te fue, aunque es muy sencillo de preparar, ya lo verás, simplemente tienes que adaptar las cantidades al tipo de molde en que lo prepares.
Gracias por pasarte y comentar.
Saludos, Juan.
Me gustaLe gusta a 1 persona