Gachas de avena…porridge de avena (los que seáis de usar más nomenclaturas inglesas)….llamadlo como queráis, pero no dejar nunca de lado la posibilidad de preparar este desayuno o, realmente, algún otro que incluya la avena en sus ingredientes.

Las propiedades de la avena son enormes, y nos extenderíamos demasiado, haciendo que alguien se llegase a cansar de leer antes de entrar en la receta en sí misma.

Tan solo decir que es el cereal más completo, o de los más completos que se conocen, nutricionalmente hablando, conteniendo 6 de los 8 aminoácidos esenciales, los cuales ayudan a eliminar el colesterol malo, LDL.

Comparativamente hablando, el trigo posee un solo aminoácido esencial y otros cereales como la cebada o el centeno no poseen ninguno.

También está el tema de la fibra que, con un valor entorno al 10-12% facilitará el que tengamos menos ganas de comer en las horas siguientes, de ahí la idoneidad de usar avena en el desayuno. Además, una buena parte de esa fibra es soluble, principalmente la llamada beta-glucano. Al contener más fibra soluble que otros cereales, se ve favorecida por una digestión más lenta, lo que repercute, precisamente, en que tengamos menos necesidad de picar entre horas.

Realmente son muchas las ventajas de alimentarse con avena. Casi podríamos decir que esta receta se publica más por los beneficios que aporta su alimentación diaria que por su sabor, que también.

Las fases de la receta

Es una receta que yo preparo de un día para otro por medio de una olla de cocción lenta. La tendré cocinando ahí por unas 3-4 horas con lo cual dejo listo todo la noche anterior y programo para que se encienda la olla con esas horas de antelación sobre la hora que pienso desayunar.

Luego, ya con la avena cocinada, ya solo será cuestión de añadirle aquello que más nos guste, en mi caso fruta y frutos secos, pero eso ya queda a vuestra elección.

Las cantidades se plantean para dos raciones «normales», aunque si sois muy fan de la avena os zampareis todo de una sentada como me pasa a mí muchas veces.

Planteamiento

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Vamos a partir de copos de avena integral [1]

Usaremos unos 30 g, lo recomendable como ración mínima diaria [2]

Como líquido podríamos emplear simplemente agua, leche o, en mi caso, bebida de avena, que no leche de avena, que preparo con 100 g de avena macerada en agua por una hora y luego batida bien con 1 litro de agua. [3]

Para esta receta empleo una proporción de 1:8, es decir, unas 8 veces más de líquido que de avena sólida.

Como esta receta lleva 30 g de avena en copos, empleo 240 g de bebida de avena [4] que vamos a mezclar bien [5]

Yo dejo preparado todo esto ya la noche anterior y lo programo para que empiece a cocinarse unas 3-4 horas (es cuestión de probar a ver como nos queda) antes de la hora a la que tengo previsto levantarme [6]

Colocaremos la olla en su potencia más baja [7] y ya veremos como, cuando salte el programador, empieza a cocinarse acumulándose las gotas de vapor en su interior [8]

Nudo

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Para endulzar vamos a emplear 3 dátiles deshuesados, que calentaremos en un tazón de 200 ml de leche para luego poderlos pasar por la batidora más fácilmente [9]

Empleamos unas 5 nueces, que viene a ser la cantidad diaria de 30 g recomendada como consumo (aunque yo reconozco que me la salto a diario….) [10]

Las picaremos no muy finamente, ya que queremos sentirlas luego al tomar este desayuno [11]

Ya vemos como se nos cocinó la avena por unas 3 horas en este caso con la bebida de avena [12]

Sobre esa avena cocinada vamos a echar las nueces picadas [13]

Como fruta yo empleo aquí 2 kiwis, pero esto ya va al gusto de cada cual y adaptándonos a las frutas de temporada. LO que pasa es que el kiwi es una fruta muy recomendable. Los pelaremos (un mondapatatas es muy práctico ahí) y los troceamos en bocados no muy grandes [14], [15], [16]

Añado una mezcla que hago con semillas que almaceno tras pasarlas por el molinillo de café a base de Chía, Sésamo y Lino. Lo de picarlas es para aprovechar realmente sus propiedades. Otra opción sería tenerlas macerando en agua por unos minutos. Uso unas 2 cucharadas soperas bien colmadas, unos 30 g en total [17]

Una vez que calentamos el tazón de 200 ml de leche en el microondas con los 3 dátiles los pasamos por la batidora para hacer una papilla más bien líquida que será la que endulce nuestro desayuno. Al calentar todo, leche y dátiles, son más fáciles de picar y añadimos algo caliente a la preparación del desayuno conservando así mejor su temperatura [18]

Como toque final voy a rayar un poco de jengibre y espolvorear canela por encima [19], [20]

Desenlace

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Ya con todos los ingredientes, es cuestión de mezclarlos bien. Si el líquido que usamos de cocción fue leche, por ejemplo, es posible que, debido a los azúcares que trae, que se nos pegue en los laterales del fondo de la olla. Con una cuchara se despegarán sin problemas. En este caso, al estar cocinado con bebida de avena y muy pocos azúcares es un detalle que apenas se da, algo sí, pero muy poco. Basta con mezclarlo bien todo con una lengua de silicona [21]

Ya es cuestión de verterlo en una taza. Si lo preparáis para dos personas en tazas normales va de sobra, pero si lo hacéis todo para una, como es mi caso muchas veces, pues emplead una taza bien amplia, como esta que uso yo de unos 750 ml [22]

Y ya, por fin, a saborear la, para muchos, más importante comida del día (aunque eso da para un debate que trataremos otro día…) [23]

DEsayuno de avena, fruta y frutos secos

Tipo de receta: Cocción

Tiempo empleado:

  • Preparación: 15 minutos
  • Cocción: 3 horas minutos
  • Tiempo total: 3 horas 15 minutos

Porciones: 2

Información nutricional por cada porción: (% Cantidad Diaria Recomendada)

  • Calorías: 459
  • Grasas: 22 g // 34%
  • De las cuales saturadas: 4 g // 21%
  • Proteínas: 14 g // 27%
  • Carbohidratos: 49 g // 16%
  • De los cuales azúcares: 21 g
  • Fibra: 10 g // 41%
  • Vitamina A: 11%
  • Vitamina C: 106%
  • Calcio: 18%
  • Hierro: 4%

INGREDIENTES:

  • 30 g copos de avena integral
  • 240 g bebida avena
  • 3 dátiles deshuesados
  • 200 ml de leche entera
  • 2 kiwis
  • 30 g de semillas (sésamo, lino, chía)
  • 5 nueces
  • Jengibre rayado
  • Canela molida

PASOS:

  1. Colocamos en olla cocción lenta 30 g de copos de avena y 240 ml de bebida de avena.
  2. Cocinamos por unas 3 horas a potencia baja.
  3. Picamos 5 nueces y las añadimos cuando la avena esté cocinada.
  4. Pelamos 3 kiwis y los troceamos encima
  5. Echamos 2 cucharadas soperas bien colmadas de semillas molidas
  6. Calentamos los 3 dátiles en 200 ml de leche y lo batimos bien
  7. Lo añadimos a la mezcla anterior
  8. Rayamos por encima jengibre y echamos algo de canela en polvo
  9. Mezclamos bien y servimos 

Escrito por Juan Bellas

Comparte todo aquello que puedas, no te canses nunca. Y cuando creas que ya no tienes nada más que compartir....vuelve a empezar, tod@s ganaremos. Ya sabes...."Si está en mis manos, está en las tuyas".

3 Comentarios

  1. Saludos… entre el salvado de avena y la avena simple ¿cuál es mejor para el consumo diario? Muy interesante su artículo

    Me gusta

    Responder

    1. Hola!, gracias por pasarte por aquí y comentar.

      Mejor….eso siempre es complejo de contestar, ya que también dependerá de cada persona y de lo que realmente le vaya bien.

      Ambos se pueden usar de formas idénticas en la cocina, aunque la avena es más rica en hidratos de carbono de asimilación lenta, y ya solo por eso es mi favorita.

      Un saludo, Juan.

      Le gusta a 1 persona

      Responder

      1. Muchas gracias… lo tendré muy en cuenta

        Me gusta

        Responder

Me gustaría que opinaras. Es importante para mí. Gracias!! ;-)

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.