Pollo al café

Vamos empezar por poner al fuego el arroz, pues será lo que más tiempo le lleve. Como la receta va para una persona, empleamos unos 50 g.

Para la cocción siempre se emplea el doble de agua y un poco más, en este caso unos 120 g.

Lo tendremos a fuego medio, con una pizca de sal por unos 18 minutos, removiendo de vez en cuando y sobre todo al final, para que no se pegue, bajando el fuego.

Vamos a emplear una pechuga más bien pequeña de pollo, en mi caso procuro que sea siempre ecológico.

Como veis, no es muy grande, pero para un plato para una persona sola es más que suficiente.

Lo troceamos en pedazos menudos, que se coman bien de un bocado, y lo salpimentamos.

Calentamos a fuego medio 2 cucharadas de aceite virgen extra variedad Hojiblanca.

Así que esté caliente el aceite vamos a dorar el pollo en él.

Añadimos un puñado de piñones.

Lo trabajamos todo conjuntamente unos minutos al fuego.

A media cocción del arroz calentamos en otro cazo un poco de agua con sal. Cuando rompa a hervir añadimos un puñado de guisantes congelados. Dejamos que vuelva el hervor y mantendremos así unos 5-6 minutos.

Mientras tanto vamos a hacer el café, en mi caso un espresso doble, de unos 50-60 ml., pero vale un café normal de cafetera italiana, por ejemplo. Yo es que soy muy fan de este tipo de cafés. Tienen una untuosidad especial, como si tuvieses mantequilla derretida en la boca.

Una vez hecho nuestro café le añadimos 2 cucharadas de postre de miel y revolvemos bien, mezclándolo todo completamente.

Una vez mezclado café y miel se lo añadimos al pollo que teníamos al fuego.

Echamos el arroz que ya debía estar listo con el agua consumida.

Y también los guisantes escurridos.

Mezclamos bien y dejamos hacer por unos 5 minutos a fuego medio.

Emplatamos y ya tenemos listo nuestro pollo al café, recordándole a nuestro amigo, el pastor Kaldi, que pronto haremos algo de cabrito al café, como un homenaje a su descubrimiento de hace 12 siglos.