Arroz con leche cremoso

Empezaremos calentando 1 litro de leche, en mi caso sin lactosa, pues la llevo fatal 😦

Añadiremos una rama de canela.

También la corteza de 1 limón.

A la que le quitaremos la parte blanca con un cuchillo largo y afilado, que sino nos va a amargar el plato.

Ya vemos como nos quedan las mondas. Conviene que no sean trozos muy pequeños, para apartarlos mejor al final.

Vamos a emplear unos 125 g de arroz tipo arborio.

Como veis, se hace necesario lavar el arroz según viene del paquete.

Lo vamos escurriendo en el agua hasta que ya apenas nos queda blanca el agua.

Lo cubrimos apenas de agua y le echamos una pizca de sal. Lo tenemos ahí a fuego medio hasta que veamos que se consume todo el agua, unos 5 minutos. Esto se hace para que el arroz se abra.

Para ayudar a espesar el arroz con leche podemos emplear nata, pero eso nos subiría mucho las calorías finales. Otra solución es emplear leche en polvo, unas 3 cucharadas soperas que vamos a disolver en un vaso de leche caliente de la que tenemos al fuego.

Cuando ya se consuma el agua del arroz, removiendo continuamente a fuego medio/bajo para que no se pegue, empezamos a añadir la leche que teníamos calentando. Lo haremos en 3 tandas. Esto se hace así, en vez de añadirla toda de golpe, para mantener el punto de ebullición continuo en su punto, haciéndose mejor el arroz.

Añadimos también la leche en polvo que teníamos disuelta en el vaso.

En el tema del azúcar haré un punto y aparte, ya que hay varias formas de encararlo. Se puede añadir al principio, o al final de todo. Si lo hacemos al principio, la leche tardará mucho más en evaporar su agua, retrasando considerablemente el tiempo de cocción. Además, el azúcar se cocinará más, dando un aspecto más acaramelizado al arroz final. Lo mejor es añadirlo al final, cuando veamos que ya casi está listo de cocción. En este caso voy a emplear stevia en vez de azúcar normal blanco. Las proporciones siempre son 1 a 3: es decir 1 cucharada de stevia por cada 3 de azúcar. Si queréis emplear azúcar, en vez de las 3 que uso yo aquí serán 9, con unas 200 calorías más por plato.

Después de unos 60 minutos de cocción a fuego medio/bajo, y sin dejar de remover, llega al punto deseado, aunque aquí cada uno tendrá «su punto». En ese momento apartamos del fuego.

Retiramos la rama de canela.

También las mondas de limón, por eso os decía que no fuesen muy pequeñas, para encontrarlas mejor en el arroz con leche.

Ahora tenemos dos opciones: o bien dejarlo así, lo que sería un arroz con leche «normal», de toda la vida, o bien dar un paso más allá buscando más cremosidad. Para ello añadimos 3 yemas de huevos L que apartamos de las claras.

Las mezclamos bien hasta que no queden rastros visibles de ellas.

Las claras las vamos a batir aparte en un bol.

No es necesario añadir azúcar, ya lo lleva el arroz con leche. Tras unos 2 minutos están así.

Sabremos que están bien montadas porque, aunque volquemos el bol no se caerán, mostrándose muy compactas, nada líquidas o blandas.

Las añadimos con movimientos envolventes en dos tandas al arroz con leche. Hay que hacer como que cortas por la mitad el arroz para luego voltearlo por un lateral de la cazuela. Así mientras vamos girando esta.

Emplatamos, espolvoreamos un poco de canela molida por encima, y ya tenemos listo nuestro arroz con leche cremoso.

Cogiendo una cucharada ya se puede apreciar su cremosidad.